SENDERO CULTURAL
Hornillos del Camino
De Rowe a Hornilus dos leguas...". (Harff).
Casi ocho kilómetros habremos avanzado desde Rabé de las Calzadas hasta desembocar -tras pronunciada bajada- en Hornillos de Camino. Sin duda percibirá que se trata de otra típica población con una calle-camino perfectamente alineada de este a oeste. Quizá el ejemplo más sintomático como población jacobea sea la pasada existencia de un hospital para peregrinos que también fue utilizado como lazareto. Lo ordenó fundar en 1156 el rey Alfonso VII que lo cedió, junto con la población, a los monjes de San Dionisio de París. Posteriormente, se fundó un monasterio benedictino dependiente del francés de Rocamadour. La iglesia, como siempre, destaca sobre el resto de construcciones. Hasta no hace tanto en su interior se conservaba una imagen de la Virgen de Rocamador aludiendo a su vinculación con el país vecino.
En las inmediaciones de su templo dedicado a Santa María se encuentra el actual albergue de peregrinos. Un monolito rematado con un gallo recuerda un suceso ocurrido en la población con las tropas francesas. El ave, previamente sustraída y ocultada en el tambor del ladrón, ante la imposibilidad de descubrir a su autor, cantó para poner al descubierto la personalidad del invasor.
En su calle principal, merced a una iniciativa privada, se está recuperando para descanso de peregrinos una antigua construcción hospitalaria.
Arroyo de San Bol
Poca más de cuatro kilómetros será la distancia hasta arribar al próximo vestigio jacobeo. Una vez abandonado Hornillos, las típicas bodegas y unas ruinas posteriores serán las últimas construcciones. El Camino se adentra primero por una pequeña chopera y una senda de concentración, la sirga se empina, pero no ofrece ninguna dificultad. Una vez coronado el páramo, en delicioso descenso, se adentra en el valle de San Bol. Se trata de un lugar que no deja a nadie indiferente: Esoterismo, enigmas... . El inesperado abandono de la población por parte de sus habitantes -posiblemente por alguna epidemia- en el año 1503, haya alimentado la aureola de misterio existente.
Lo cierto es que se encontrará ante los últimos vestigios del Antiguo Convento de San Baudilio que dependía del de los monjes antonianos del ya cercano San Antón de Castrojeriz, y que posteriormente pasó a depender de los monasterios de Oña y de Cardeña.
Hoy es un albergue modesto, carente de servicios básicos. Sin embargo, para muchos peregrinos, resulta un lugar único, y una parada obligada.
Una nueva ascensión pondrá a prueba al caminante. Al poco, nuevamente deberá tener precaución al cruzar la carretera que va desde Iglesias -localidad a la que pertenece Arroyo San Bol- a la localidad de Olmillos de Sasamón.
Son cinco kilómetros los que separan a San Bol de Hontanas, cinco kilómetros por duro, desolado, árido y, sin embargo, siempre bello Camino. No descubrirá esta última población, casi, hasta no estar encima de su casco urbano una vez abandonada la meseta.
RECORRIDO A PIE POR EL MUNICIPIO DISPONIBLE 24 HORAS
TODO EL RECORRIDO Y LA VISITA EXTERIOR DE LOS PUNTOS DE INTERÉS ES GRATUITO
Senderos del Camino
Proyecto Realizado por SCA